info@mundosonoroperu.org / 967030537

Prácticas saludables desde casa: El rol de la familia en el cuidado de la salud

La crisis sanitaria vivida durante este año nos demostró la importancia y la necesidad de hacer parte de nuestras vida a las diferentes prácticas saludables. La pandemia nos hizo aún más conscientes de que los hábitos y costumbres en torno al cuidado de la salud son más que fundamentales para cuidarnos y cuidar a quienes más queremos.

 

La familia es el primer espacio de socialización al que una persona tiene acceso, dentro de una familia nacemos, crecemos y nos formamos de determinadas maneras según nuestra crianza y contexto. Las relaciones familiares que establecemos a la largo de nuestras vidas son más importantes e influyentes de lo que pensamos. Es por ello que la familia representa la institución base de las sociedades, y resulta crucial que las relaciones que se formen en este ambiente sean armoniosas, para poder contribuir con la salud y el bienestar de quienes la conforman.

Es común que pensemos que muchas de las enfermedades son sólo resultado de la contaminación en el ambiente o el continuo estrés por el trabajo del día a día. La verdad es que muchos de los males que nos aquejan son causados por una mala higiene y malos hábitos de cuidado personal. Es necesario tener en cuenta que estas costumbres deben de ser trabajadas desde el entorno familiar para poder asegurarnos que todos los miembros cumplirán con sus cuidados y así procurar que se mantenga un ambiente sano e higiénico en el hogar. Algunas recomendaciones para el cuidado de la salud desde casa son las siguientes: 

1. Lavarse las manos: Las manos son la parte de nuestro cuerpo que está más expuesta a posarse en diferentes superficies. Es por ello que es fundamental lavarlas constantemente, no sólo cuando se llega de la calle, sino que sobre todo durante la manipulación de diferentes objetos dentro del hogar. Esto preverá la acumulación de bacterias en las superficies de las manos.  

2. Beber mucha agua: La ingesta de agua diaria es igual de importante que la ingesta de alimentos, es necesario mantenernos hidratados y no sólo beber agua cuando nos sintamos muy sedientos. El ser humano debe de tomar 2 litros de agua como mínimo al día para asegurar que todas nuestras funciones estén realizándose de manera correcta. En el caso de los niños/as hasta los 11 años deben de ingerir 1.5 litros al día ( 4 a 6 vasos). Promover el hábito de tomar agua constantemente es clave para una buena salud. 

3. Lavar y desinfectar los alimentos: En este contexto de pandemia, es aún más importante que los alimentos se encuentren debidamente limpios y desinfectados. En el caso de las verduras, basta con hervirlas y dejarlas reposar para que estén aptas para el consumo humano. 

4. Ventilación constante: El aire fresco es fundamental para mantener la casa ventilada y además, si se deja entrar luz solar será aún mejor debido a que esta es purificadora natural. En ambientes con altas o bajas temperaturas se debe procurar la ventilación adecuada para contribuir con una respiración saludable.

5. Alimentación: La forma en la que nos alimentamos y los productos que consumimos diariamente tienen un impacto muy grande en nuestra calidad de vida. Las personas con defensas bajas son las más propensas a contraer diferentes tipos de enfermedades, por ello es necesario prestar mucha atención a nuestros hábitos alimenticios, evitar las gaseosas y productos con demasiados preservantes es un primer paso. Es común que los niños/as quieran dulces o comida chatarra más aún en épocas navideñas, sin embargo, se debe de controlar la ingesta de estos productos. Esto no significa que no puedan disfrutar de comer un panetón o un chocolate caliente en familia, pero siempre con cuidado y moderación. 

6. Tiempo de calidad en familia: No sólo es esencial que cuidemos nuestra salud física de diversas maneras, también es necesario prestarle atención a nuestra salud mental y a la de nuestra familia. La conversación y el tiempo de calidad juntos será clave para poder fomentar la unión y la comprensión entre los miembros de la familia. Si algún miembro se siente triste o pasa por  alguna dificultad debe de tener la seguridad de que su familia estará ahí para apoyarlo.

Bibliografía: 

Louro, B.I (2004): “La psicología de la salud y la salud familiar”. En Psicología de la Salud. Fundamentos y Aplicaciones (Hernández M. E, A. I. Grau, A. F. de los Santos), Centro Universitario de Ciencias Sociales, Universidad de Guadalajara.

 

Rodriguez, M (2014) “La familia en el cuidado de la salud”. Universidad de Ciencias Médicas de Matanzas. Matanzas, Cuba. Rev. Med. Electrón. vol.36 no.4 Matanzas. Recuperado de: http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=s1684-18242014000400008

 

Pérez, R. (2014).Papel de la familia en el fortalecimiento de la salud familiar”. Recuperado de: https://www.efdeportes.com/efd198/papel-de-la-familia-en-la-salud.htm

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *